Publicación y difusión

Una vez hemos visto cómo se graba y edita un vídeo, pasemos a ver algunas orientaciones para publicarlo y difundirlo.

Plataformas más habituales

Tal como mencionábamos en el apartado de edición, Vimeo y YouTube se han convertido en dos de las plataformas más relevantes para la publicación y edición de vídeos.

A continuación se destacan sus fortalezas para poder elegir dónde alojar los vídeos:

YouTube

  • Popularidad: es la plataforma que más visitas y reproducciones recibe diariamente. Sin embargo, a su vez, la competencia es feroz.
  • Duración de los vídeos: con una cuenta normal, YouTube permite subir vídeos de hasta quince minutos.
  • Compartir vídeos privados: YouTube da la opción de hacer privados los vídeos y de compartirlos solo con determinadas personas. Esta característica tiene un límite de hasta veinticinco personas y siempre con registro previo en la plataforma (con correo Gmail).

Vimeo

  • Resolución: Vimeo destaca por la calidad de su contenido. Esta es la principal razón por la que muchos profesionales del cine se decantan por utilizar esta plataforma, dado que así se aprecia mucho más en detalle su trabajo.
  • Duración de los vídeos: Vimeo no tiene limitación respecto a la duración, pero el tamaño de los vídeos que subimos sí está limitado. Vimeo deja subir hasta 500 MB en vídeos a la semana con una cuenta gratuita.
  • Publicidad: Vimeo no muestra publicidad en los vídeos. No aparecerán anuncios ni antes ni después ni durante la visualización en la ventana de reproducción del vídeo.
  • Compartir vídeos privados: posibilita elegir que los vídeos privados no sean compartidos, compartirlos solo con contactos de Vimeo, compartirlos con ciertos usuarios de Vimeo o simplemente proteger el vídeo con una contraseña que pedirá al iniciar la reproducción.

Recomendaciones para la publicación y difusión

  1. Guardar pensando que tiene que verse en una web. Si la idea es que el producto final se visualice en internet, hay que hacer una compresión adecuada, puesto que a menudo los vídeos que fueron grabados en HD se ven pixelados debido a una compresión no adecuada. En este sentido, hay que tener en cuenta que existen diferentes formatos de archivo y códecs de vídeo, como puede verse en el apartado 3 de esta guía. Sin embargo, para la publicación en internet, las variaciones son sencillas: en primer lugar, para la mayoría de vídeos se recomienda exportar a 1.280 × 720 (720 p), a pesar de que no es el mayor tamaño. Vimeo y YouTube convierten los vídeos a este tamaño, de modo que si se hace antes de subirlo a estas plataformas, nos permitirá ahorrar en el tamaño del archivo. Para subir vídeos a internet existe variedad de tipos de archivo: MP4, MOV, AVI, FLV…, para citar algunos. Los tres primeros utilizan el códec H.264, que ofrece una compresión con una buena calidad de imagen.

    Recomendación

    Si el vídeo se ha grabado en HD, guardarlo en 720 p. Hay que comprimir el vídeo en MP4, MOV o AVI utilizando H.264 antes de subirlo a la red.

  2. El título del vídeo tiene que ser significativo. Es recomendable utilizar palabras clave al principio.
  3. Tener claro cómo se quiere compartir el vídeo y configurarlo de la forma adecuada: público (cualquier usuario puede buscarlo y verlo), privado (solo las personas que elijas pueden ver el vídeo) u oculto (cualquier usuario que disponga del enlace al vídeo puede verlo).
  4. Seleccionar la mejor miniatura o imagen inicial que sea posible. La miniatura es la imagen fija que se muestra cuando el vídeo se carga por primera vez, antes de iniciar la reproducción. Es la portada que el vídeo ofrecerá, por lo que es importante elegirla bien. La mayoría de programas nos ofrecen algunas por defecto, extraídas del vídeo elaborado.

    Recomendación

    Recomendamos elegir la mejor imagen disponible. Por ejemplo, YouTube nos da diferentes opciones a elegir; por el contrario, Vimeo nos invita a subir directamente nuestra propia imagen.

  5. Uso de metadatos. Un error habitual —cometido incluso por empresas y medios— es olvidarse de los metadatos, pasando por alto la descripción, las categorías y las etiquetas del vídeo. Este tema es importante si el objetivo es que nuestro trabajo esté bien posicionado en la red. Si no lo hacemos, un archivo de vídeo es prácticamente invisible para los motores de búsqueda. Así que los metadatos son lo único que identifica a un vídeo en internet.
  6. Descripción. También es importante usar la descripción para explicar lo que realmente es el vídeo, y no limitarnos solo al etiquetado con palabras clave.

    Recomendación

    Asegurarnos de que todos los vídeos tienen descripciones detalladas (transcripciones si es necesario), incluyendo las etiquetas, teniendo en cuenta las existentes, por si alguna de ellas nos puede resultar útil para posicionar nuestro vídeo.

  7. Categorías. No olvidar seleccionar la categoría adecuada en función de los contenidos del vídeo.
  8. Permisos de uso. Es importante dejar claro cómo se desea compartir la producción audiovisual que se sube a la red. En este sentido, se pueden utilizar las licencias Creative Commons para decidir los permisos de uso y difusión. También hay que tener cuidado si se han utilizado recursos ajenos, como puede ser el caso de músicas o imágenes de otros, y asegurarse de que estos recursos disponen de los permisos pertinentes de uso.